Vagabundo fue cambiado su vida por Cristo y hoy universitario Robinson, un hombre de 71 años, compartió su conmovedora experiencia de vida, destacando cómo su fe en Dios marcó un antes y un después en su existencia. Relató que, en medio de una etapa llena de sufrimiento, donde las adicciones y la falta de hogar lo llevaron al límite, encontró en la oración y en su relación con Jesús la fuerza para transformar su realidad.

Dios cambia y transforma

Lonnie Robinson, quien atravesó una etapa de profunda desorientación marcada por el abuso de sustancias y la vida en las calles, hoy agradece a Dios por haber transformado su existencia. En el momento más oscuro de su vida, cuando parecía no haber salida, decidió clamar con desesperación al Señor, encontrando en Él la esperanza y la fortaleza necesarias para comenzar de nuevo.

Dios me ha concedido su perdón y me ha mostrado su infinita misericordia en los momentos más oscuros de mi vida. En una etapa de profundo sufrimiento, cuando me encontraba en una casa abandonada, Él extendió su mano y me brindó su ayuda. Gracias a su intervención divina, fui liberado de 15 años de adicción al crack, 35 años de alcoholismo y una década viviendo en situación de calle.

Misericordia de Dios

Durante cinco años viví bajo los puentes, sobreviviendo de lo que encontraba en la basura. Posteriormente, pasé otros cinco años habitando una casa abandonada, sumido en la desesperanza y enfrentando un panorama desolador. Me encontraba sin hogar, desamparado y sin ninguna perspectiva de un futuro mejor. Sin embargo, en medio de esa adversidad, experimenté la bondad y misericordia de Dios, quien me brindó la fortaleza necesaria para superar las dificultades.

Hace 21 años, experimenté un cambio trascendental en mi vida cuando clamé a Jesús en busca de ayuda, y Él escuchó mi oración, liberándome y transformando mi camino. Años más tarde, Lonnie Robinson demostró que nunca es tarde para superarse al matricularse en el Miami Dade College of Justice. Con esfuerzo y dedicación, logró graduarse como el mejor de su clase, un logro que lo llena de orgullo y satisfacción personal.

Hombre a los 57 años, obtuvo su licenciatura Penal

A la edad de 57 años, obtuvo su licenciatura en Justicia Penal, enfrentando con valentía el hecho de ser mayor que muchos de sus compañeros y profesores. La fe y la confianza en Dios pueden transformar incluso las situaciones más difíciles en oportunidades de crecimiento y superación. Lonnie, con una profunda gratitud en su corazón, reconoce que su vida ha dado un giro significativo gracias a la intervención divina.

Como una nueva creación en Cristo, he experimentado una transformación profunda y significativa en mi vida. A mis 71 años, puedo afirmar con gratitud que Dios ha obrado en mí, guiándome hacia un camino de justicia, respeto y responsabilidad. Hoy en día, soy un miembro productivo de la sociedad, con 21 años de sobriedad que me han permitido vivir de manera saludable, plena y libre.

Lonnie expresó con gratitud que considera un privilegio contar con un lugar donde vivir y la posibilidad de adquirir su propia comida. Reconoció que estos cambios significativos en su vida fueron resultado de la intervención divina. Con profunda convicción, declaró: «Le doy a Dios todo el crédito, la alabanza y la gloria, porque es lo que Él merece por derecho». Su testimonio refleja una fe sólida y un reconocimiento sincero hacia la influencia de Dios en su vida, concluyendo con un ferviente «¡Amén!».

Fuente: Aepmp News