Fue su madre que oró por mucho tiempo por su hijo Josias Silva. La oración constante y ferviente finalmente fue respondida. Josias tuvo encuentro personal con Cristo que lo transformó su vida de homosexual y de apariencia femenina. Dios lo libertó milagrosamente de ataduras que lo aprisionaban por años.

Ahora testifica del milagro de liberación que él y su familia recibieron. Su testimonio ha tocado muchas vidas. Su nueva identidad en Cristo. Ya no se identifica más con esa antigua vida homosexual, sino con una nueva identidad en Cristo Jesús. Es realmente un testimonio poderoso de lo que la gracia de Dios puede hacer en la vida de las personas cuando se persevera en oración.

Dios ha establecido un diseño único.

En el 2019, sintió que necesita un cambio radical para seguir la verdad. «No era la identidad que Dios había creado para él». Romanos 3.23, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. Se dio cuenta de que había estado viviendo durante muchos años y había olvidado los principios de Dios para la humanidad. Porque Dios ha establecido un diseño único y nos hemos desviado del diseño. Necesitamos recuperar nuestra identidad en Cristo como Dios originalmente nos diseñó para ser.

Se encontraba solo en su casa cuando tuvo este encuentro con Dios. Fue algo íntimo y personal. Le dijo a Dios claramente que estaba cansado y le entregó su vida. Hubo una decisión consciente de consagrarse a Dios. Su testimonio apunta a que su conversión fue resultado de entregarse a Dios en un momento de cansancio y debilidad, y experimentar directamente a Dios de una forma poderosa.

La palabra es el alimento para el alma.

Leyó un pasaje de la Biblia, específicamente en el libro de Juan 3, que lo impactó espiritualmente. La lectura le causó una profunda, paz. Quedó consternado al ver cómo Jesús en aquel pasaje habla de «nacer de nuevo» y convertirse en «nuevas criaturas» por creer en Él. Pienso cómo otras iglesias y congregaciones liberales normalizan la homosexualidad, algo que contradice la enseñanza bíblica.

Es cierto que muchas iglesias y teologías insisten en que la salvación y el amor de Jesús son incondicionales, y que basta con creer en Él para ser aceptado y perdonado de los pecados, sin importar la conducta moral. Sin embargo, otras iglesias y teologías sostienen una visión más tradicional, en la que la obediencia a la ley moral y los mandamientos de Dios son condición para disfrutar de la salvación.

La salvación es un don gratuito de Dios.

La posición de que «puedo vivir como quiero y como soy, y Jesús me ama así» puede resultar extraña o incluso contradictoria para quienes sostienen esta última visión. Porque parecería que si uno vive en desobediencia a la voluntad de Dios, el sacrificio de Jesús en la cruz habría sido en vano. Se justificaría entonces que Dios no perdone realmente a tales pecadores ni los salve de sus malas obras.

Sin embargo, como se argumenta, la misericordia y la gracia son infinitas. Su sacrificio fue suficiente para perdonar los pecados de todos, sin excepción. Y aunque la obediencia a la ley moral es importante, ella es mediación para acceder a la salvación, no condición para merecerla. La salvación es un don gratuito de Dios, que ofrece a todos por igual, sea cual fuere su conducta.

La clave está en apreciar la gracia de Dios, manifestada en Jesús .Es por la fe en Jesús, no por las obras de la ley, como uno es justificado. Es en ese sentido que su sacrificio no fue en vano. Afirma que todos están invitados a la salvación, pero solo una vida sexual activa en el matrimonio es permisible según Dios y Su voluntad. Cualquier otra actividad sexual fuera del matrimonio heterosexual se considera pecado y conduce a la muerte espiritual.

Abandonó su antigua vida para seguir a Cristo.

Sostiene que Jesús vino a «transformar vidas», considera que seguir los «propios deseos carnales» y la homosexualidad van en contra de la voluntad de Dios y Su plan de salvación. Solo la abstinencia sexual fuera del matrimonio heterosexual es el camino espiritualmente correcto. A pesar de haber crecido en un hogar cristiano y haber asistido regularmente a cultos con su abuela, había vivido la mayor parte de su vida adulta en la homosexualidad.

Pero luego, después de percibir el llamado de Dios en su vida, dice que «escogió a Cristo, abandonó su pasado y hoy vive para Cristo, predicando, testificando de Cristo y llevando esperanza a muchos, que Jesús es el mismo de antes, hoy y para siempre». Nadie lo pudo convencer de dejar su antigua vida homosexual, sólo el Espíritu Santo lo hizo mediante una convicción personal. No fue por religiosidad sino por amor a Jesucristo.

Un día, mientras actuaba en drag, Jesús lo llamó directamente para testificar de Él, de su amor que se da a todas las personas. Finalmente, renunció a la homosexualidad y se convirtió en un seguidor de Jesucristo, debido al amor y alegría de seguirle, no por religiosidad. Su propósito ahora es testificar del amor de Jesús, que se dirige a todas las personas

Fuente: Aepmp News