NIÑA DE 9 AÑOS ACEPTÓ A CRISTO Y AHORA EVANGELIZA A LOS NIÑOS

Jessica, una niña de nueve años, aceptó a Jesús a través de un trabajo evangelístico. Desde entonces, su fe se ha convertido en un ejemplo para su comunidad en Egipto, empezó evangelizar a sus amigos. La lectura fue el inicio de un camino que llevó a Jessica a descubrir la fe en Jesucristo. Su interés por la Biblia la llevó a profundizar en los versos, estudiándolos y aplicándolos en su día a día. Fue así como, a través de estudios bíblicos, se convirtió en discípula y aprendió a poner su confianza en el Señor. La historia de la cruz y el sacrificio de Jesús por la humanidad conmovieron su corazón y entregó su vida a Cristo.
Niña comparte la palabra de Dios.
Luego, Jessica decidió compartir con generosidad todo lo que estaba aprendiendo. Con gran dedicación, se ofreció a leer la Biblia a su abuela, quien, no tenía sabía leer. Y también le transmitió el mensaje del Evangelio a su hermana menor, Joy sobre la creación y la crucifixión. Incluso durante la pandemia de Covid-19, cuando las puertas de la iglesia se vieron obligadas a cerrarse temporalmente, Jessica no dejó de compartir el mensaje divino con su familia.
Las amigas de la niña tuvieron la oportunidad de escuchar la Buena Nueva gracias a las reuniones que ella organizaba diariamente en la calle para impartirles enseñanzas bíblicas. De acuerdo con la organización Samaritan’s Purse, Jessica utilizaba un micrófono para amplificar su voz y así permitir que todo el vecindario pudiera escucharla mientras recitaba versículos de la Biblia una y otra vez, con el fin de que su clase los memorizara.
La labor de Jessica tuvo un impacto significativo en la multiplicación de vidas entregadas a Jesús. Al formar dos grupos de discipulado, logró que varios aceptaran a Cristo y, a su vez, llevaran a otros a conocerlo. Sus dos amigas, Jumana y Mariam, de 12 y 10 años respectivamente, disfrutaron aprendiendo sobre la Biblia y sus enseñanzas. Jumana destacó el relato de Adán y Eva, y cómo Jesús les ordenó no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal.
Estudiantes entregaron su vida al Señor Jesús.
«Ellos desobedecieron a Jesús y cayeron. Dios le comunicó a Adán que experimentaría la muerte, aunque no se trataba de una muerte física en sí misma. Más bien, se refiere a una muerte en la que se estaría separado de Dios». Mariam compartió enseñanzas acerca de la solución que Dios brinda a este problema: «Jesús fue crucificado en la cruz y asumió todos nuestros pecados en nuestro lugar. En vez de que nosotros pagáramos el precio, Él lo hizo por nosotros».
Jumana y Mariam estaban entre los estudiantes de la clase de Jessica de 13 estudiantes que entregaron sus vidas a Jesús. «Estamos muy felices de estar tan cerca de Dios». Las niñas dijeron que su versículo favorito para memorizar en clase era Romanos 6:23: «Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro»
Durante el desarrollo de los estudios en las calles de su ciudad, el Pastor de Jessica fue informado de una situación que le dejó perplejo: «Cuando me comunicaron lo que Jessica estaba haciendo, quedé tan sorprendido que sentí la necesidad de presenciarlo personalmente», comentó el Pastor Samuel. Según relató, los niños se congregaban en bancos de concreto o, en ocasiones, en un viejo carro abandonado al costado de la carretera, que era jalado por burros.
Niña creó un grupo para seguir compartiendo la palabra de Dios.
Algunas madres también se vieron atraídas por la Palabra de Dios, incluso durante la pandemia que mantuvo cerradas las escuelas e iglesias. En ese tiempo, la familia de Jessica necesitó mudarse y esta mudanza le permitió a la niña entrar en contacto con un nuevo grupo de niños. Como resultado, se creó una nueva clase de discipulado con 13 niños. Durante el compartir de las Escrituras con este grupo, cinco estudiantes decidieron aceptar a Jesús como su Salvador y Señor.
Tras la reapertura de las iglesias, se ha observado un aumento en la participación de nuevos miembros en las congregaciones locales. Jessica llevó a ocho niños de su grupo de discipulado quienes continúan asistiendo a la iglesia en la actualidad. Como comunidad cristiana, nos sentimos alentados y motivados por la labor de Jessica, quien con su compromiso y dedicación ha logrado inspirar a otros a seguir el camino de la fe.
Los niños que encontraron la fe en Jesús a través de las clases impartidas por Jessica están siguiendo su ejemplo.
Según la organización Samaritan’s Purse, se informa que cada uno de los niños que encontraron la fe en Jesús a través de las clases impartidas por Jessica están siguiendo su ejemplo. Jumana, quien ha compartido con sus tres hermanos todo lo que ha aprendido en estas clases. Jumana relató que incluso se quedó despierta durante la noche para contarles las historias que había aprendido, lo cual tuvo un impacto significativo en sus hermanos, quienes decidieron unirse al grupo junto a ella.
Jessica y los dos hermanos de Jumana también son seguidores del Señor. La madre de Jessica, Remonda, se siente agradecida de que la iglesia haya brindado apoyo a su hija y la haya animado a ser tan activa en su fe. Remonda admira la dedicación de Jessica, quien constantemente lee la Biblia y alienta a otros a hacerlo. Esta actitud de su hija es una fuente de inspiración para ella y la impulsa a seguir adelante. Joy, la hermana de Jessica, también desea seguir sus pasos en la fe.
Fuente: Aepmp News