MUSULMÁN PROHIBIÓ DAR ALIMENTO A SU HIJO POR ACEPTAR A CRISTO
Un grupo evangelístico en el este de Uganda, descubrió que un musulmán había prohibido a su hijo de darle alimento por más de cuatro meses como castigo por convertirse a Cristo. Musobya Aramanzani, domiciliado en el distrito de Bugiri de Nankoma, se enteró que su hijo de 17 años; había recibido a Cristo Jesús a principios de este año después de escuchar la palabra de Dios en Uganda.
Joven había permanecido encerrado por cuatro meses.
El Pastor local manifestó que cuando el joven regreso a casa, fue encerrado por su papá como consecuencia de su conversión, detalla Morning Star News. El Pastor se dio cuenta del maltrato el 15 de septiembre mientras estaba visitando en Nankoma. Él expresó que el día anterior, Aramanzani le negó la entrada a su hogar y a otros evangélicos comprometidos en una campaña evangelística,
Los moradores del área les informaron que el padre del joven le había mantenido encerrado a su hijo por más de cuatro meses debido a su conversión al evangelio. El grupo de cristianos retornaron y el Pastor le rogo que le permitiera ingresar a su hogar para orar por su familia. Según él, solo les permitieron estar por cinco minutos. «Mientras oraban, había un mal olor muy fuerte en la vivienda; como eran varios, entraron a la fuerza a la habitación de dónde venía el olor y lo encontraron al joven en mal estado».
Pastor y grupo de cristianos auxiliaron al joven.
Una imagen del joven, capturada por Morning Star News, revela su extrema delgadez y aspecto flaco. El Pastor y grupo de cristianos lo llevaron al joven a un hospital cercano. Según Aramanzani, él y otros familiares lo encerraron al joven y le negaron los alimentos como castigo por convertirse al evangelio y hacer una declaración pública, consideran una deshonra para su familia y se enteraron de la noticia a través de un profesor.
En el hospital, el joven solo logró hablar algunas frases concernientes al abuso sufrido. El Pastor expresó haber sido informado por la mamá y solo le daba agua mientras estuvo encerrado pero cuando su hijo se enfermó, no le le llevaba medicamentos, más bien lo insultó llamándolo infiel por cambiarse de religión, y que debía morir». Después de este acto cruel, el papá manifestó haber creído en Dios y haberse arrepentido de sus pecados.
«Los convenció para no denunciarlo el incidente a la policía. La situación en este momento es complicado, porque el papá corre el riesgo de ser detenido y ahora es evangélico. Primero es el tratamiento al joven y luego con su familia, expresó el pastor. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Mateo 5:6.
Fuente: Aepmp News