INICIAN IMPLANTE CEREBRAL DE MICROPROCESADOR EN PERSONAS
La empresa Neuralink, fundada por Elon Musk, tiene como plan implantar un microprocesador en el cerebro de 11 personas para este 2024, con la ambiciosa meta de superar las 22.200 operaciones para el 2030. Este proyecto tiene como objetivo principal ayudar a personas con discapacidades o enfermedades neurológicas a recuperar su movilidad y comunicación. Sin embargo, también se plantea la posibilidad de abrir la puerta a una simbiosis con la inteligencia artificial.
La empresa a realizado implantes en animales.
El dispositivo, que tiene el tamaño de una moneda, es implantado en el cráneo a través de una cirugía mínimamente invasiva y se conecta con los grupos de neuronas que se activan cuando se desea mover un miembro o pensar en una palabra. Según Neuralink, se ha llevado a cabo con éxito la prueba del implante en animales como monos, ovejas y cerdos. La empresa cuenta con el permiso de las autoridades sanitarias de Estados Unidos para iniciar los ensayos clínicos en humanos. Se espera que se realicen 11 operaciones este año, 27 el próximo, 80 en 2026, 400 en 2027, y se proyecta superar las 22.200 anuales en 2030.
El proyecto de Neuralink no solo tiene como objetivo principal asistir a personas enfermas, sino que también busca explorar las posibilidades de una fusión entre el ser humano y la inteligencia artificial. En 2019, el propio Elon Musk declaró: «Esto sonará bastante inusual, pero en última instancia lograremos la simbiosis con la inteligencia artificial».
Tecnología.
La visión de la implementación de implantes cerebrales ha suscitado un intenso debate dentro de la comunidad científica, ética y religiosa, generando controversia en torno a los riesgos y beneficios de esta tecnología. En relación a este tema, Wyatt ha expresado su opinión, señalando que «la función primordial de esta tecnología es la de restaurar a las personas para devolverles su funcionamiento normal».
Wyatt también hizo hincapié en los riesgos asociados con la posible manipulación o hackeo de los implantes cerebrales, lo cual podría comprometer la seguridad, la privacidad y la autonomía de los usuarios. Surgieron preguntas sobre quién tendría el control de los datos generados por estos dispositivos, qué garantías existirían para evitar su uso con fines maliciosos o comerciales, y cuáles serían los efectos en las relaciones interpersonales y en la relación entre las personas y Dios.
Empresa está incursionando en el desarrollo de interfaces cerebro-ordenador.
Wyatt ha llegado a la conclusión de que los implantes cerebrales plantean un desafío ético, social y espiritual que requiere una reflexión profunda y una regulación adecuada. En sus palabras, «No podemos permitir que la tecnología nos dirija, sino que debemos utilizarla con responsabilidad y discernimiento, tomando en consideración los valores humanos y cristianos que nos identifican como seres creados a imagen y semejanza de Dios».
Neuralink no es la única empresa que está incursionando en el desarrollo de interfaces cerebro-ordenador. Competidores como Kernel, Synchron y Onward también se encuentran realizando ensayos clínicos con esta tecnología. Es importante destacar que en el último año, un total de 37 empresas relacionadas con este campo han logrado recaudar la impresionante cifra de 560 millones de capital riesgo. Este dato evidencia el creciente interés y la significativa inversión que existe en el sector de interfaces cerebro-ordenador.
Fuente: Aepmp News