Testimonio de homosexual Lars, encontró la verdadera identidad en Cristo Jesús, abandono la homosexualidad y fue liberado por completo. Los sentimientos de la homosexual surgieron cuando tenía 12 años de edad, sufría bullying en el colegio. Cuando era niño, era sensible y se preocupaba mucho por los demás. El joven Lars salió con sus compañeros y terminó creyendo lo que pensaban de él.

Dios puede sanar cualquier enfermedad.

Entonces se enfrentó a trastornos mentales, no quería asistir en la iglesia. Lars luchó con sus sentimientos sobre la homosexual en su adolescencia, sabía que Dios podía sanarlo. Lars fue recibió liberado por primera vez de sus trastornos alimentarios y ansiedad después de clamar a Dios. «Tenía 16 años en ese tiempo y caminaba al colegio. En ese momento dijo: Dios ya no puedo más. Por que había engordado alrededor de 20 kg en poco tiempo!».

Sin embargo, durante la pandemia, Lars se alejó de los caminos de Dios. «Se involucró más en las cosas de este mundo, empezó a salir a las fiesta y a tomar alcohol. También empezó a tener sentimientos con referencia a la homosexualidad, aunque sabía que eso no le agradaba a Dios. Había experimentado el poder de Dios. Sabía que Dios podía cambiar su vida, pero necesitaba poner de su parte. ¿Cómo podía decir a Dios porqué lo hizo así? no era correcto», dijo Lars.

Joven experimento el poder de Dios y fue liberado.

Empezó a asistir a los servicios con su mamá y hay experimentó el poder de Dios, algo sobrenatural que no se puede explicar. «¡En una oración muy poderosa fue liberado por completo!». Desde entonces, el joven Lars vive una vida transformada por Cristo Jesús. En el 2020 fue bautizado en agua, en obediencia a la palabra de Dios. Orar es muy importante y escudriñar las sagradas escrituras.

Entonces supo lo que Dios tiene para él. Leer la Biblia es importante Dios, saber que derramo su sangre por nosotros sin tener culpa; todo por amor y gracias a ello somos lavados y limpiados por su preciosa sangre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. Juan 8:36.

Fuente: Aepmp News