¿Qué vienen después de las pruebas?.

Después de las pruebas, vienen las bendiciones de Dios. En la Biblia podemos encontrar diversas respuestas a esta pregunta, que nos ayudan a entender el propósito de las pruebas y cómo podemos seguir adelante.

Una de las respuestas más claras se encuentra en el libro de Santiago 1:12: «Bienaventurado el hombre que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman». Este pasaje nos indica que después de las pruebas viene una recompensa, que es la corona de vida. Esta corona no se gana por nuestras propias fuerzas, sino por el amor que tenemos a Dios y nuestra disposición a resistir las tentaciones.

Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros.

Otro pasaje relevante se encuentra en el libro de Romanos 8:28: «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados». Este pasaje nos recuerda que Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros, y que incluso las pruebas y dificultades pueden ser utilizadas para nuestro bien. Si amamos a Dios y confiamos en su plan para nuestras vidas, podemos estar seguros de que él utilizará todas las cosas para nuestro beneficio.

En el libro de Jeremías 29:11, encontramos otra promesa de Dios: «Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis». Este pasaje nos asegura que Dios tiene pensamientos de paz y no de mal hacia nosotros, y que su plan para nuestras vidas incluye un fin esperanzador. Aunque las pruebas pueden hacernos sentir perdidos o desanimados, podemos confiar en que Dios tiene un propósito mayor para nuestras vidas.

Después de las pruebas viene una recompensa.

En el libro de Hebreos 12: 11, encontramos otra perspectiva sobre las pruebas: «Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados». Este pasaje nos recuerda que las pruebas son una forma de disciplina divina, diseñada para hacernos crecer en justicia y madurez. Aunque puede ser difícil encontrar gozo en medio de la disciplina, podemos confiar en que después de ella vendrá un fruto apacible.

En conclusión, después de las pruebas viene una recompensa, un propósito mayor para nuestras vidas, pensamientos de paz por parte de Dios y un fruto apacible. Aunque las pruebas pueden ser difíciles y dolorosas en el momento presente, podemos confiar en que Dios tiene un plan para nuestras vidas y que utilizará todas las cosas para nuestro beneficio.

Fuente: Aepmp News