COREA DEL NORTE: NIÑO DE 2 AÑOS CADENA PERPETUA POR USAR BIBLIA

El régimen norcoreano ve cualquier práctica religiosa organizada como una amenaza a su autoridad absoluta. Recientemente un niño de 2 años fue condenado a cadena perpetua por las autoridades. El Cristianismo está prohibido y perseguido, tener una Biblia es ilegal y castigado severamente. Quienes son descubiertos practicando su fe Cristiana enfrentan largas sentencias de trabajos forzados, tortura, ejecución y son enviadas a campos de concentración como castigo.
Se estima que entre 50,000 y 70,000 Cristianos están actualmente en campos de concentración en Corea del Norte, donde sufren hambre, frio, trabajos forzados y maltrato constante. La represión y castigos hacia los Cristianos norcoreanos van en aumento, como lo indica el caso del niño sentenciado a cadena perpetua. La situación de los creyentes Cristianos en Corea del Norte es extremadamente difícil y preocupante requerimos oración. Los responsables directos de estos abusos, particularmente aquellos dentro del Ministerio de Seguridad del Estado.
Cristianos son maltratados severamente.
La encarcelación masiva y el maltrato de cristianos (u otras minorías religiosas) solo por sus creencias es absolutamente inaceptable. Todos tienen derecho a la libertad de religión. Las condiciones en las prisiones y campos de concentración de Corea del Norte son extremadamente crueles e inhumanas, lo que constituye una violación de los más elementales derechos humanos. Nadie debería ser sometido a tal maltrato. El régimen norcoreano está obligando activamente a este abuso sistemático de los derechos humanos al perseguir y encarcelar a cristianos.
Corea del Norte se involucra en una persecución severa de personas que practican rituales religiosos, poseen artículos religiosos o se asocian con personas religiosas, son castigados y detención a tortura, trabajos forzados, deportación y negación del derecho a la vida, según el informe de Korea Future, una organización sin fines de lucro que trabaja por los derechos humanos en el país norcoreano; la Constitución de Corea del Norte teóricamente garantiza la libertad de culto, pero en la práctica está severamente restringida. El régimen solo reconoce oficialmente el culto al difunto líder Kim Il-sung y su hijo Kim Jong-il.
Niño de 2 años y su familia, condenados a cadena perpetua.
El régimen prohíbe la mayoría de las religiones, en particular el cristianismo. Las personas detectadas practicando el cristianismo u otras religiones enfrentan duras represalias. La posesión de la Biblia u otros textos religiosos está prohibida y castigada severamente por el gobierno de Kim Jong-un. Más de 150 mujeres testificaron de lo vivido y trabajo forzado, violencia sexual, tortura y deportación de diferentes formas de maltrato. Corea del Norte «garantiza la libertad religiosa» señalando las iglesias construidas por el gobierno en Pyongyang como prueba de ello pero solo sirven como fachadas.
Las sentencias emitidas por el gobierno norcoreano van en aumento, es el de un niño de 2 años y su familia, condenados a cadena perpetua en un campo de prisioneros políticos por haberle sido hallada una Biblia. Para 2021, el informe anual desde EE.UU explica que están diseñadas para desaparecer el cristianismo. La campaña para exterminar a los cristianos en Corea del Norte ha las redes de informantes que se extienden hasta China, según el informe de las entrevistas de sobrevivientes, testigos y perpetradores de violaciones de la libertad religiosa en 2020 y 2021.
El cristianismo y otras religiones están prohibidas en Corea del Norte.
El Partido del Trabajo de Corea, que gobierna el país, adoptó los Diez Principios para Establecer un Sistema de Liderazgo Monolítico como su doctrina ideológica oficial. Estos principios exigen obediencia absoluta y lealtad incondicional al líder supremo, actualmente Kim Jong Un. Corea del Norte tiene uno de los sistemas más represivos del mundo, sin libertad de expresión, prensa o internet libre. Controla estrictamente la información a la que pueden acceder sus ciudadanos. Gran parte de los recursos del país se destina a gastos militares y el desarrollo de su programa nuclear, en vez de mejorar las condiciones de vida de la población.
El gobierno mantiene campos de prisiones políticas, sometiéndolos a tratos crueles y degradantes; no existen partidos de oposición ni elecciones libres. Kim Jong Un heredó el poder de su padre y de su abuelo, fundador del país, estableciendo así una dinastía familiar que gobierna Corea del Norte desde hace décadas. El cristianismo y otras religiones están prohibidas en Corea del Norte. Sólo está permitido el culto Juche, centrado en la dinastía gobernante de los Kim. Los cristianos son perseguidos y encarcelados. Se considera un «delito contra el estado» ser cristiano o practicar el cristianismo.
Quienes son descubiertos pueden ser enviados a campos de trabajos forzados, sometidos a tortura o ejecutados. La policía secreta realiza redadas contra iglesias subterráneas y hogares de cristianos. Organizaciones como Open Doors y Huish ingi se enfocan en llevar ayuda y asistencia espiritual a los cristianos en Corea del Norte, generalmente de manera muy discreta, ser cristiano en Corea del Norte es extremadamente peligroso. Pero a pesar de la persecución, la comunidad cristiana subterránea sigue aumentando, dependiendo de la fe y la ayuda externa.
Fuente: Aepmp News