ARRESTAN A UN POLICÍA QUE DECÍA SER PASTOR CON 290 KG DE DROGA
Arrestan a un policía de 44 años, que decía ser «Pastor» con 290 kilos de marihuana, dos kilos de cocaína, dos pistolas y una suma de más de 11 mil reales en efectivo. El 18 de octubre fue detenido en su propia residencia, identificado como Allan Koch . En la ciudad de Dourados, ubicada en el estado brasileño de Mato Grosso do Sul. El individuo, quien también se identificaba como Pastor de la Iglesia Presbiteriana Independiente, ha sido detenido junto a su hijo de 20 años, quien admitió que se encargaba de distribuir la sustancia ilícita con la colaboración de su padre, según reporta GospelMais.
Policía se hacia pasar como «Pastor» para vender droga.
La captura de ambos individuos ha sido llevada a cabo en base a pruebas contundentes que demuestran su participación en esta actividad ilegal. Este hecho es de suma gravedad, ya que implica la violación de las leyes y principios morales que rigen nuestra sociedad. La detención del policía Allan, llevada a cabo por la Delegacia Especializada de Represión a los Crímenes de Frontera, ha sido un hecho lamentable. El alijo de drogas encontrado en su domicilio, mientras trabajaba en el presidio de Dourados, es una actividad ilícita que va en contra de los principios éticos y morales que rigen la labor policial.
Según el portal O Dia, Allan había declarado en su perfil de LinkedIn ser Pastor de la Presbiteriana Independiente desde 2010 y haber estudiado teología en dos facultades diferentes. Sin embargo, la Iglesia Presbiteriana Independiente de Dourados emitió una nota oficial para desmentir que Allan fuera Pastor de su denominación. La institución religiosa afirmó que el policía fue miembro de la iglesia hace años y que sirvió como obrero de una congregación en Fátima do Sul, pero que fue desligado de la iglesia en 2017 y desde entonces no es miembro ni frecuentador.
La Iglesia Presbiteriana declaro que no tiene ninguna relación con el supuesto Pastor.
La Iglesia Presbiteriana Independiente de Dourados desea aclarar que no tiene ninguna relación con Allan y que no respalda ni aprueba sus acciones. Como institución religiosa, nuestra prioridad es promover los valores de amor, paz y justicia, y condenamos cualquier acto de violencia o abuso. Reafirmamos nuestro compromiso de servir a nuestra comunidad de manera ética y responsable, y extendemos nuestras oraciones y apoyo a todas las personas afectadas por esta situación.
El caso ha generado gran consternación en la sociedad brasileña, la cual se encuentra desconcertada ante la pregunta de cómo pudo un policía, quien se suponía era un líder religioso, verse involucrado en el tráfico de drogas. Este suceso ha generado un profundo impacto en la opinión pública, que se cuestiona los valores y la integridad de aquellos encargados de velar por la seguridad y el bienestar de la ciudadanía.
Fuente: Aepmp news