TESTIMONIO DE JOVEN ADICTO A LAS DROGAS FUE CAMBIADO POR CRISTO
Joven creció en una familia donde sus padres eran drogadictos, fue abandonado junto a sus dos hermanas pequeñas a los 10 años. Tuvo una infancia difícil por la adicción de sus padres. Estuvo sumergido en el mundo de las drogas durante un tiempo.
Se liberó de las drogas y la adicción al entregar su vida a Cristo, eso le dio gozo, alegría y un nuevo propósito para vivir. Al bautizarse, lloró de emoción al comenzar esta nueva vida. Su testimonio es de haber encontrado la salvación, la redención y la sanidad emocional y espiritual, ahora vive con un nuevo propósito, razones para levantarse cada día y servir a Dios. Su vida cambió radicalmente gracias a Cristo.
Vivió un año en la calle con sus hermanas.
Sus padres habían fallecido, se enteraron después de 6 días en el refugio de acogida que sus padres, portadores del VIH, habían muerto asesinados en prisión. Se quedaron huérfanos a los 12, 10 y 8 años sin apoyo, y se vieron durmiendo en las calles y mendigando para sobrevivir. El mayor, Jonathan, se sacrificó para alimentar y cuidar a sus hermanas menores. Pedía comida a restaurantes y autobuses para darles de comer.
Pasaron un año entero viviendo en la calle antes de que las autoridades los encontraran durmiendo en un cartón y los llevaran a un refugio. La muerte de sus padres por VIH y asesinato en prisión, el abandono y la pobreza. Jonathan y sus hermanas crecieron en un refugio católico para huérfanos después de perder a sus padres.
Cuando cumplieron 18 años, los tres se fueron del refugio para vivir sus vidas independientes. Pero Jonathan cayó en la adicción a las drogas, al mismo camino que siguieron sus padres. Su problema con las drogas se agravó tanto que perdió la confianza de sus hermanas. Ellas le dijeron claramente que si no dejaba las drogas, lo abandonarían.
La palabra de Dios era importante para su transformación.
Jonathan estuvo a punto de perder a su única familia restante debido a su adicción, Jonathan decidió buscar ayuda para su problema de adicción a las drogas y fue internado en un centro de rehabilitación de la JMN (Jesucristo Mismo Nunca falla). Aunque sufrió abstinencia durante los primeros días de tratamiento y quiso irse al tercer día, pidió ayuda para continuar su batalla contra las drogas en vez de irse.
En ese momento crítico, pidió a los misioneros de la JMN que oraran por él. Y fue entonces cuando decidió entregar su vida completamente a Dios. Jonathan testificó que la palabra de Dios era importante para su transformación y la fe en Dios fueron fundamentales para su recuperación y liberación de las drogas, claves para que Jonathan pudiera superar su adicción, su testimonio ilustra cómo la fe y la gracia de Dios pueden transformar vidas.
Fue bautizado en un Centro, al parecer un centro de rehabilitación o ayuda a adictos. Esto sugiere que encontró la salvación y libertad de su adicción a través de ese centro y su programa. Dio testimonio público de su fe en Jesús a través del bautismo. El bautismo cristiano es un símbolo de la muerte al pecado y una nueva vida en Cristo.
Ha decidido dejar todo y vivir para Cristo.
Declaró «¡Soy libre! ¡Soy libre! Gracias a Dios» después de su bautismo, manifestando con gran alegría y gratitud su libertad de las adicciones. Fue bautizado mientras un coro de ex adictos cantaba «Yo soy libre», reafirmando su victoria y libertad. Su testimonio público dio esperanza y ánimos a otros que aún luchan contra las adicciones, al demostrar que la salvación y libertad son posibles en Jesucristo.
El bautismo fue un momento especial y significativo para él. Representó un nuevo comienzo, renacer y vivir para Cristo. Antes era vivía sumido en el pecado, siendo una carga. Se ha dado cuenta profundamente del amor, misericordia y gracia de Dios en su vida. Ya no está dominado por el pecado. Vive bajo la gracia libertadora de Dios.
Ha decidido morir al mundo viejo y nacer de nuevo en Cristo. Su prioridad ya no es la vida carnal sino la vida espiritual en Cristo. Siente que Dios es ahora su única esperanza verdadera. Ha puesto su confianza en Cristo y Él le ha salvado y cambiado. Qué testimonio tan poderoso de salvación y transformación.
¡Alabado sea el Señor por su obra redentora!. Es maravilloso oír que este joven liberado ha experimentado la misericordia y el poder transformador de Dios en su vida y ahora tiene un gran deseo de transmitir la buena nueva del evangelio a los demás y bendecir a las personas.
Fuente: Aepmp News