La joven que lleva el nombre de Sunita Masih, de 18 años de edad, fue víctima de un terrible ataque después de negarse al profesar a una de las religiones más radicales conocido como el Islam. Según Morning Star, el agresor, fue identificado como Kamran Allah Bux, dicho personaje es quien le habría arrojado ácido en su rostro y parte de su cuerpo.
Joven quedó con quemaduras muy graves en la cara y en otras partes de su cuerpo.
El pasado 1 de febrero, Masih salió de casa para ir a trabajar, pero en el camino se encontró con un hombre que la amenazó de muerte por negar el islam y profesar su fe cristiana. Después de una riña con amenazas, la tierna joven quedó con quemaduras muy graves en la cara y en otras partes de su cuerpo. Por su parte, el tío de la familia explicó que “Sunita solo tiene 19 años, pero ahora su vida está marcada físicamente y mentalmente”, así se expresó.
Ya, en el hospital, Masih dio sus respectivas declaraciones: “Mis ojos, cara, brazos y piernas comenzaron a arder tan pronto como el agresor me arrojó el ácido”, dijo, según el medio local Morning Star News. “El dolor era tan insoportable que me derrumbé en el camino”. Desde entonces, Bux ha sido detenido mientras la familia busca que se haga justicia.
Esta historia muestra la terrible situación dentro de Pakistán.
Según algunos testigos, los asesinos son personas poderosas, y es solo cuestión de tiempo que salgan bajo fianza al influir en la investigación policial. Esta triste afirmación sobre la fe de la familia agrega una verdadera angustia y dolor al terrible escenario de Masih: “El hecho de que seamos cristianos nos hace más vulnerables a la injusticia”.
Según fuentes de información, esta historia muestra la terrible situación dentro de Pakistán, una nación que es el séptimo peor lugar en el mundo para la persecución cristiana, según la Lista Mundial de Vigilancia de Puertas Abiertas. La trágica situación se detalla en el último informe de 2023 de la organización.
Son considerados ciudadanos de segunda clase.
La triste realidad: “Los cristianos en Pakistán son considerados ciudadanos de segunda clase y enfrentan discriminación en todos los aspectos de la vida. Carecen de una representación adecuada en la política y, aunque no hubo ataques importantes contra iglesias el año pasado, pero en estos últimos tiempos hay ataques casi constantes contra personas. Muchos creyentes no se sienten seguros para adorar libremente a Dios”, menciona el portal.
Fuente: AEPMP News
