Mujer creció en una familia hindú brahmán. Se mudaron a Australia cuando tenía siete años. Encontró consuelo en Dios, su papá falleció repentinamente de un paro cardíaco cuando tenía 16 años. Recuerda que era hábil y considerado. Lloraba por las noches, extrañaba a su papá. Y pensaba: Ojalá tuviera un papá para toda la vida y que nunca se fuera. Había logrado mucho y luego de la noche a la mañana falleció.

El deseo de encontrar el sentido de la vida.

Empezó a pensar: ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿La vida no tiene sentido? Si no tiene sentido la vida, ¿por qué debería seguir viviendo?. Así que prometió que buscaría la verdad. En ese momento pensó que se encontraría en doctrinas, pujas, rituales o un lema. El deseo de encontrar el sentido de la vida y en el colegio la profesora los hablaba de palabra de Dios y tenía una extraña sensación de que podría ser verdad.

Poco después tuvo sueños extraños. Entonces su amiga le dio una Biblia y le aconsejo que leyera la Biblia en el libro de Lucas. Luego leyó, ¡Fue increíble! Se preguntaba por qué los cristianos no le habían hablado de la palabra de Dios. Recuerda haberle dicho a Dios: «¿Hay alguna manera de seguir a Jesús sin aceptarlo?», en ninguna parte de las sagradas escrituras se encuentra que puedes seguir a Cristo sin aceptarlo como salvador.

La verdad sólo se puede encontrar en Cristo.

Con el tiempo, se dio cuenta que había estado buscando la verdad y la verdad sólo se puede encontrar en Cristo. Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Juan 8:32. Seguir a Jesús era difícil porque era brahmán. Cuando le contó a su familia las verdades que había encontrado en Dios, fue terrible. Sus padres le decían que los evangélicos eran malos para la India porque alteraban la religión. Una de las cosas de ser hindú es que comprendes la grandeza de Dios, pero nunca comprendes su amor por la humanidad.

Cuando se acercó a Dios y le rescató de una situación muy critica, nunca más volvió a ser la misma. Se dio cuenta que Dios le amaba tanto. Es cristiana desde hace 20 años. No es fácil seguir a Jesús pero tampoco imposible. No hay otro lugar, a donde ir, ¡Jesús lo es todo!. Asistir a una congregación cristiana le pareció raro. Llego como mujer soltera y eso le decepcionó y se había enojado con Dios. Lo cual no es bueno porque todo tiene su tiempo.

Fuente: Aepmp News