Mujer tomó la decisión de abandonar su carrera en la industria de la hospitalidad para predicar la palabra de Dios, aquellos que lo necesitan. El primer encuentro de Joo con la llamada de Dios tuvo lugar durante su adolescencia, en un retiro juvenil realizado en Texas, Estados Unidos. El día en que sentí la presencia de Dios a mi lado, experimenté un profundo arrepentimiento y encontré la salvación. Fue en ese momento que tuve mi primer encuentro con Jesucristo. Desde niña, Joo se trasladó de Corea a los Estados Unidos con su familia.

Familia cristiana.

A pesar de haber sido criado en el budismo, sus padres le animaron a participar en una iglesia cristiana. Después de completar sus estudios universitarios, Joo decidió emprender una carrera en el campo de la gestión hotelera. Durante varios años, se dedicó a la apertura y administración de hoteles de lujo en los Estados Unidos, centrándose en la expansión y consolidación de su imperio hotelero. Sin embargo, su perspectiva y prioridades experimentaron un cambio significativo tras los trágicos atentados del 11 de septiembre de 2001.

En ese momento, Joo se encontraba inmersa en los preparativos para la apertura de un hotel en la ciudad de Nueva York, ubicado justo en frente de las icónicas Torres Gemelas. Mientras Joo y su familia observaban la devastación en la televisión, a solo una cuadra de donde ella se disponía a trabajar, la tragedia del 11 de septiembre me hizo abrir los ojos para ver claramente las almas perdidas que necesitaban escuchar el Evangelio. Fue un momento que me llevó a reflexionar sobre la vanidad e inseguridad de las cosas en el mundo.

Su objetivo de la enfermera es predicar el Evangelio.

Dios me reveló su plan para mi vida, el cual no consistía en edificar mi propio reino, sino en establecer su reino en el nombre de Jesucristo. En ese instante, tomé conciencia de su autoridad en mi vida y reconocí su total control sobre mí. A partir de ese momento, comprendí que la búsqueda de riquezas y reconocimiento no era el propósito para el cual Dios me había llamado. Después de reflexionar sobre mi propósito en la vida, tomé la decisión de inscribirme en la escuela de enfermería.

Mi objetivo era claro: ayudar a salvar almas perdidas a través del Evangelio y también atender las necesidades médicas de aquellos que lo necesitaran. Este paso significó mucho para mí, ya que fue mi primer acto de sumisión al Señor. Estaba consciente de que esta elección no solo implicaba adquirir conocimientos médicos, sino también la oportunidad de brindar apoyo espiritual a quienes lo necesitaran. Después de completar su formación en enfermería, Joo ha decidido dedicar sus vacaciones anuales a participar en viajes misioneros de corta duración.

La voluntad de Dios.

Durante su estancia en Asia Oriental, tuvo la oportunidad de observar de cerca la labor de los misioneros y quedó profundamente convencida de que, aunque aún no tiene total certeza sobre el camino a seguir, Dios la está llamando a servir en las misiones. En un país dominado por el Islam, el individuo experimentó una sensación de cercanía con el Señor que no había sentido en años. Esta experiencia le permitió reflexionar y fortalecer su fe en un entorno culturalmente diferente al suyo.

Diez años después, decidió participar en otro viaje misionero de corta duración, demostrando su compromiso con la difusión de su fe y el servicio a los demás. Durante este período, se reafirmó el llamado de Dios a evangelizar a aquellos que no habían escuchado la Buena Nueva y a compartir el Evangelio en áreas no alcanzadas. Sentía temor de entregarme por completo a la voluntad de Dios, pensando que no estaba calificado para servirle.

Mujer trabaja como misionera.

En diciembre de 2023, Joo regresó a su tierra natal con el propósito de servir a los voluntarios de IMB en toda Asia, al mismo tiempo que se enfocaba en el trabajo local. Su compromiso se ha convertido en una respuesta a las oraciones de IMB y en la actualidad se encuentra preparándose para brindar apoyo a los misioneros en Corea y otras naciones asiáticas, contribuyendo así a la plantación de iglesias y al fortalecimiento de discípulos.

Estoy desempeñando un papel crucial como defensor de los misioneros en el campo, brindándoles apoyo y asistencia en su labor. Mi compromiso con su causa es firme, y trabajo incansablemente para asegurarme de que cuenten con los recursos necesarios para llevar a cabo su importante labor. Además, también me dedico a invertir en la asistencia a estudiantes internacionales que enfrentan problemas de inmigración, ya que entiendo de primera mano las dificultades que esto conlleva.  Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Marcos 16:15.

Fuente: Aepmp News