LA MISERICORDIA DE DIOS ES INCODICIONAL PARA TODOS
¿Por qué Dios es misericordioso?.
La misericordia de Dios es uno de los temas más recurrentes en la Biblia, y es una de las principales razones por las que se nos presenta a Dios como un ser bondadoso y amoroso. Pero, ¿por qué Dios es misericordioso? En este artículo, exploraremos algunas citas bíblicas que nos ayudarán a entender la misericordia divina.
En primer lugar, es importante destacar que la misericordia de Dios no es algo que se gana o se merece. Es un regalo que Dios nos da por su infinito amor y bondad. De hecho, en la Biblia se nos dice que «Dios es rico en misericordia» (Efesios 2:4) y que «la misericordia de Dios es desde siempre y para siempre» (Salmo 103:17).
Dios es misericordioso.
Una de las razones por las que Dios es misericordioso es porque nos ama incondicionalmente. En Juan 3:16 leemos: «Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna». Es decir, Dios nos ama tanto que no quiere que nos perdamos, sino que tengamos vida eterna junto a él.
Otra razón por la que Dios es misericordioso es porque sabe que somos débiles y pecadores. En el Salmo 103:14 «Él sabe de qué estamos hechos; se acuerda de que somos polvo». Dios sabe que somos imperfectos y propensos al pecado, pero aun así nos ama y nos perdona.
La misericordia de Dios también se manifiesta en su disposición a perdonar nuestros pecados. En el Salmo 130:3-4 leemos: «Si llevas cuenta de los pecados, Señor, ¿quién podrá resistir? Pero de ti procede el perdón, por eso infundes temor». Es decir, aunque todos hemos pecado, Dios está dispuesto a perdonarnos si nos arrepentimos y buscamos su perdón.
El amor de Dios es incondicional.
En la parábola del hijo pródigo (Lucas 15:11-32), Jesús nos muestra cómo la misericordia de Dios se extiende incluso a aquellos que han pecado gravemente. En la parábola, un hijo le pide a su padre su parte de la herencia y se va lejos a gastarla en cosas frívolas. Cuando se queda sin dinero, decide volver a casa y pedir perdón a su padre. Pero en lugar de rechazarlo o castigarlo, el padre lo recibe con los brazos abiertos y celebra su regreso.
En resumen, la misericordia de Dios es una muestra de su amor incondicional hacia nosotros. Él nos ama y desea lo mejor para nosotros, incluso cuando somos débiles y pecadores. Si nos arrepentimos y buscamos su perdón, él está dispuesto a perdonarnos y recibirnos con los brazos abiertos. Como dice el Salmo 103:8: «El Señor es compasivo y misericordioso, lento para la ira y grande en amor».
Fuente: Aepmp News