Joven supera la depresión con la de Dios y al apoyo de un agente de policía, quien intervino en un momento crucial de su vida. Tras el divorcio de sus padres, Emma Gregory experimentó profundos conflictos internos que afectaron su bienestar. A pesar de haber crecido en un entorno cristiano, enfrentó un arduo proceso para encontrar sanación emocional y espiritual.

Divorcio de sus padres

Tras la separación de sus padres, Emma enfrentó una serie de desafíos emocionales y psicológicos. Fue diagnosticada con Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). En la escuela secundaria, estas dificultades se vieron agravadas por episodios de depresión y ansiedad.

Fue una experiencia muy complicada, ya que tenía la certeza de ser salvo, pero aun así me invadían sentimientos de ansiedad que no lograba controlar. Reflexionaba constantemente sobre cómo, al ser salvo, debería tener plena confianza en Dios y no permitir que estas emociones me dominaran.

Durante un largo período, se sometió a diversos tratamientos y consumió medicamentos en un intento por estabilizar su estado emocional. Sin embargo, las personas a su alrededor minimizaron su situación, atribuyendo sus dificultades a los cambios hormonales propios de la adolescencia. Pensaba que Dios no se preocupaba por ella.

Depresión

A finales de diciembre de 2019, enfrentó una crisis emocional que la llevó a un momento de gran vulnerabilidad mientras se encontraba en un puente. En ese instante crítico, el oficial Nick Risner intervino con empatía y le abrazo. Le expresó que tenía una hija de su misma edad y que sentía que su presencia en ese lugar no era casualidad, sino un acto Divino.

La depresión y los pensamientos oscuros intentaron apoderarse de ella una vez más, sumiéndola en un estado de confusión y desesperanza. Sin embargo, en medio de su dolor, las palabras que Nick solía repetir resonaron con fuerza en su corazón: la verdadera salvación se encontraba en Jesús.

Joven supero la depresión con la ayuda de Dios.

Comencé a retomar la lectura de la Biblia, sentí la necesidad de fortalecer mi fe y confiar plenamente en Dios y en Jesús, quien venció la muerte. Inspirada por esta experiencia y con el deseo de ayudar a otros, Emma decidió estudiar psicología para comprender mejor los desafíos emocionales que enfrentan las personas. Además, fundó una organización estudiantil llamada «Proyecto 15 Minutos», cuyo propósito es brindar apoyo y crear conciencia sobre la depresión y la ansiedad.

Emma reflexiona sobre el sentido de la vida y la importancia de la fe en Jesucristo como fuente de esperanza y propósito. Ella enfatiza que muchas personas han enfrentado situaciones similares a las suyas, y siente la responsabilidad de ser un ejemplo para demostrarles que es posible superar las dificultades. Además, destaca la existencia de una paz trascendental que puede ser alcanzada, una paz que sobrepasa todo entendimiento humano y que brinda consuelo en los momentos más desafiantes.

Fuente: Aepmp News