CRISTO VIENE, VUELVE A LA IGLESIA, DIOS TE ESPERA

No dejemos de congregar.
Querido hermano o hermana en Cristo, vuelve a la iglesia, haces mucha falta, Dios te espera. La Palabra de Dios nos enseña en Hebreos 10:25: «No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca». Esta cita bíblica nos recuerda la importancia de reunirnos como hermanos en la fe, de apoyarnos mutuamente y de fortalecernos en nuestra relación con Dios. Tu ausencia ha sido notoria, y sentimos un vacío en nuestra comunidad sin tu presencia y participación activa.
Quiero recordarte que la iglesia es más que un edificio o un lugar de reunión; somos una familia en Cristo, unidos por el amor de Dios y el sacrificio de Jesucristo. En 1 Pedro 2:9, se nos llama «linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios». Esta es nuestra identidad como creyentes, y juntos formamos el cuerpo de Cristo en la tierra. Tu participación en la vida de la iglesia es fundamental para el cumplimiento del propósito divino en nuestra comunidad.
Responsabilidad con Dios.
Además, quiero recordarte el mandato de Jesús en Mateo 28:19-20: «Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes». Este llamado a la Gran Comisión es una responsabilidad que compartimos como seguidores de Cristo, y juntos podemos llevar el mensaje del evangelio a aquellos que aún no conocen el amor salvador de Jesús.
Entiendo que cada persona atraviesa circunstancias y desafíos en su vida, y que a veces puede resultar difícil mantenerse comprometido con la vida de la iglesia. Sin embargo, quiero animarte a considerar el impacto positivo que tu regreso a la comunidad cristiana tendría en tu vida espiritual y en la vida de aquellos que te rodean. La comunión con otros creyentes, el aprendizaje de la Palabra de Dios y el servicio en el cuerpo de Cristo son fuentes de fortaleza, consuelo y crecimiento espiritual.
Tu presencia es valiosa.
Dios te ama incondicionalmente y anhela restaurar y fortalecer tu relación con Él. En Apocalipsis 3:20, Jesús dice: «Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo». Él está esperando con brazos abiertos para recibirte de nuevo en su presencia, para restaurar tu comunión con Él y para equiparte con todo lo que necesitas para vivir una vida plena en su amor.
Por tanto, te invito a reflexionar sobre estas palabras y a considerar regresar a la iglesia. Tu presencia es valiosa, tu participación es importante y tu crecimiento espiritual es una prioridad para nosotros. Estamos aquí para apoyarte, orar contigo, animarte en tu caminar con Dios y celebrar juntos las maravillas que Él hace en nuestras vidas. Que la gracia y la paz de nuestro Señor Jesucristo sean abundantes en tu vida, y que el Espíritu Santo te guíe en cada paso que des. Esperamos con anhelo verte pronto entre nosotros, para juntos glorificar el nombre de nuestro amado Salvador.
Fuente: Aepmp News