Una joven compartió su conmovedor testimonio sobre su transformación personal tras dejar atrás su vida como Jay y se convierte a Cristo. Durante años, luchó con un profundo vacío interior, buscando definir su identidad de maneras que estaban fuera del propósito divino. A pesar de sus esfuerzos, sentía que nada llenaba el vacío en su corazón. Su búsqueda la llevó por caminos de confusión y desasosiego, donde la paz parecía siempre esquiva.
Testimonio.
El cambio en su vida fue verdaderamente notable. Después de su encuentro personal con el Espíritu Santo, tomó la valiente decisión de dejar atrás la identidad transgénero que había asumido como Jay. En ese momento crucial, comprendió por primera vez que su verdadero sentido de identidad no estaba ligado a sus sentimientos ni a las percepciones que la sociedad tenía de ella, sino que se encontraba en lo que «Cristo declara en Su Palabra». Esta revelación marcó el inicio de una nueva etapa en su vida, caracterizada por la restauración y la fe.
Durante muchos años, creyó que la felicidad se encontraría al cambiar su identidad, pero esa búsqueda solo la llevó a una profunda sensación de vacío. En su testimonio, destacó que fue el Espíritu Santo quien realmente le abrió los ojos, permitiéndole comprender que tanto su cuerpo como su propósito fueron creados por Dios con un amor incondicional. Esta revelación transformó su vida por completo y reconoce que cada persona tiene un valor inmenso ante los ojos de Dios.
Dios cambia y transforma.
El cambio que experimentó no fue solo en su aspecto exterior, sino también en su interior. Su testimonio se ha convertido en una fuente de inspiración para muchos creyentes que oran por aquellos que atraviesan momentos de confusión respecto a su identidad. La joven afirma con convicción que no hay condenación para quienes se acercan a Cristo; en cambio, hay un camino lleno de esperanza y la promesa de una nueva vida.
Su historia ha motivado a muchos jóvenes a buscar ayuda espiritual y a acercarse a la Palabra de Dios. Ella asegura con firmeza que ninguna transformación externa puede llenar el vacío interior que solo Cristo puede ocupar. La joven comparte que cuando una persona se rinde verdaderamente al Señor, Él trae consigo paz, dirección y una nueva manera de vivir.
En su mensaje, exhorta a todos a buscar una relación personal con Jesús, subrayando que la identidad no se define por la cultura ni por las emociones, sino por el diseño que Dios estableció desde la creación. Ella enfatiza que cada persona está llamada a descubrir su verdadero valor a través de la conexión con el Creador, quien conoce el propósito de cada vida. El Espíritu Santo sigue transformando vidas, demostrando que la verdad de Cristo tiene la capacidad de liberar a las personas de toda mentira y confusión.
Fuente: Aepmp




