Un hombre con parálisis cerebral tomó la decisión de arrepentirse de sus pecados y aceptar a Jesús como su salvador después de escuchar las enseñanzas bíblicas del evangelista Ray Comfort. Ray Comfort se aproximó a Iván con respeto y le preguntó acerca de su fe. Iván compartió que en su niñez creía en Dios mientras vivía con sus abuelos. Sin embargo, tras el diagnóstico de demencia de sus abuelos, perdió el contacto con ellos y, junto con ello, su fe.

Jesús ofrece vida eterna.

Ante esto, el evangelista Ray le preguntó si había leído la Biblia, a lo que Iván respondió con sinceridad: «No sé por dónde empezar». Después de recibir la orientación del evangelista, se le alentó a comenzar a leer las Escrituras a través del evangelio de Juan. Este evangelio ofrece un relato de Jesús como testigo presencial y está escrito con el propósito de que aquellos que dudan puedan encontrar fe en Jesús y alcanzar la vida eterna. Ray explicó que este libro es una herramienta valiosa para aquellos que buscan fortalecer su fe y comprender la importancia de la vida de Jesús.

Ray inició una conversación con Iván acerca del pasaje de Romanos 6:23, que dice: «Porque la paga del pecado es muerte; pero la dádiva de Dios es vida eterna en Jesucristo nuestro Señor». Posteriormente, el evangelista le cuestionó a Iván si se consideraba una persona buena, a lo que él respondió afirmativamente. Ray entonces expresó: «Cometimos un gran error. Las normas de Dios no son las mismas que las nuestras».

Jesús pago un alto precio por la humanidad.

Continuando con la reflexión, es importante reconocer que, a pesar de que a los ojos humanos parecemos limpios, en el juicio final seremos examinados bajo la justicia divina, que es pura como la nieve. Es crucial recordar los Diez Mandamientos de Dios y el hecho de que la mayoría de las veces no los cumplimos debido a nuestras actitudes y comportamientos. Es en este punto donde debemos ser honestos con nosotros mismos, Ray también nos recuerda que el pecado no comienza con las acciones visibles, sino en la mente, y que las normas de Dios son elevadas.

«Entonces, Iván, ¿en el día del juicio te considerarás inocente o culpable?» preguntó el evangelista. «Culpable», respondió Iván, con firmeza, y agregó que se iría al infierno. «Esto me horroriza. Te amo, Iván, no deseo que sufras en el infierno», expresó el evangelista. «Por eso la Biblia nos enseña que el don de Dios es vida eterna», añadió Ray, citando el versículo de Juan 3:16.

«Jesús, al ser crucificado, redimió nuestros pecados. Al transgredir la Ley, la multa fue pagada por Él. Tu única tarea es arrepentirte de tus pecados y depositar tu confianza en Jesús». Al escuchar estas palabras de Ray, Iván se vio profundamente conmovido y decidió consagrarse a Cristo. El evangelista finalizó su intervención con una plegaria, solicitando a Dios que otorgue a Iván la sabiduría necesaria para comprender la Biblia y la inmensidad del amor del Señor.

Fuente: Aepmp News