HISTORIA DE ISAAC Y REBECA BASADO EN LA BIBLIA
Historia de Isaac y Rebeca.
La historia de Isaac y Rebeca es una de las historias más conocidas y significativas en la Biblia. Esta historia nos muestra el poder y la providencia de Dios en la vida de las personas, así como su plan perfecto para nuestras vidas. Isaac, hijo de Abraham y Sara, era un hombre justo y temeroso de Dios. Después de la muerte de su madre, Abraham envió a su siervo en busca de una esposa para Isaac. El siervo fue a la tierra de los parientes de Abraham y allí encontró a Rebeca, una joven hermosa y virtuosa.
El siervo oró a Dios pidiendo dirección y confirmación, y Dios respondió mostrándole que Rebeca era la mujer que había elegido para Isaac. Cuando el siervo presentó a Rebeca ante Isaac, él la recibió con alegría y amor. La Biblia nos dice en Génesis 24:67: «Entonces Isaac la trajo a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer; y la amó. Y se consoló Isaac después de la muerte de su madre».
Isaac y Rebeca tuvieron dos hijos.
Isaac y Rebeca tuvieron dos hijos, Esaú y Jacob. Sin embargo, su matrimonio no estuvo exento de desafíos. En Génesis 25:21 leemos: «E Isaac oró insistentemente a Jehová por su mujer, porque era estéril; y lo aceptó Jehová, y concibió Rebeca su mujer». A pesar de las dificultades, Isaac confió en Dios y oró fervientemente por su esposa, y Dios respondió a sus oraciones concediéndoles hijos.
La historia de Isaac y Rebeca también nos muestra el papel importante que desempeñan los padres en la vida de sus hijos. En Génesis 27, Isaac estaba envejeciendo y decidió bendecir a su hijo mayor, Esaú. Sin embargo, Rebeca sabía que Dios había prometido que la bendición vendría a través de Jacob, el hijo menor. Entonces, ella ideó un plan para que Jacob recibiera la bendición de su padre. Aunque este plan no fue el mejor en términos de honestidad, muestra cómo Rebeca estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para asegurarse de que se cumpliera la promesa de Dios.
Isaac y Rebeca confiaron en Dios y buscaron su guía.
A lo largo de su historia, Isaac y Rebeca confiaron en Dios y buscaron su guía. En Génesis 26:24, Dios le dice a Isaac: «Yo soy el Dios de Abraham tu padre; no temas, porque yo estoy contigo, y te bendeciré». Isaac confió en estas palabras y vivió una vida de obediencia y fidelidad a Dios. La historia de Isaac y Rebeca nos enseña muchas lecciones valiosas.
Nos muestra la importancia de confiar en Dios en todas las circunstancias y buscar su dirección en nuestras vidas. También nos muestra cómo el matrimonio puede ser una bendición cuando se basa en el amor y la obediencia a Dios.
En resumen, la historia de Isaac y Rebeca es un recordatorio poderoso del amor y la fidelidad de Dios hacia nosotros. A través de esta historia, vemos cómo Dios trabaja en nuestras vidas para cumplir sus propósitos perfectos. Que podamos aprender de Isaac y Rebeca y confiar plenamente en Dios en todas las áreas de nuestras vidas.
Fuente: Aepmp News