CUATRO PASOS IMPORTANTES PAR TENER LA MENTE DE CRISTO
¿Cómo tener la mente de Cristo?.
La mente de Cristo es un concepto bíblico que se refiere a la forma en que Jesús pensaba y actuaba durante su vida terrenal. Para los cristianos, tener la mente de Cristo significa imitar su ejemplo y seguir sus enseñanzas en todo momento. En este artículo, exploraremos cómo podemos tener la mente de Cristo, utilizando citas bíblicas para respaldar nuestros argumentos.
1. Buscando la voluntad de Dios
La primera clave para tener la mente de Cristo es buscar siempre la voluntad de Dios en nuestras vidas. En Mateo 6:10, Jesús nos enseña a orar diciendo: «Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo». Del mismo modo, en Filipenses 2:13, Pablo nos dice que «es Dios quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad». Si queremos tener la mente de Cristo, debemos estar dispuestos a someternos a la voluntad de Dios en todo momento.
2. Amando a los demás.
Otra forma en que podemos tener la mente de Cristo es amando a los demás como él lo hizo. En Juan 13:34-35, Jesús nos dice: «Un mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. En esto todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros». Si queremos imitar a Jesús, debemos amar a los demás de la misma manera en que él nos amó.
3. Practicando la humildad
La humildad es otra virtud que Jesús ejemplificó durante su vida terrenal. En Filipenses 2:5-8, Pablo nos dice: «Haya, pues, en ustedes este sentir que hubo también en Cristo Jesús, quien, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se despojó de su gloria divina y tomó la naturaleza de siervo, haciéndose semejante a los seres humanos». Si queremos tener la mente de Cristo, debemos practicar la humildad y estar dispuestos a servir a los demás.
4. Siendo obedientes a Dios.
Por último, para tener la mente de Cristo debemos ser obedientes a Dios en todo momento. En Juan 8:29, Jesús nos dice: «El que me envió está conmigo; no me ha dejado solo, porque siempre hago lo que le agrada». Del mismo modo, en Hebreos 5:8-9, se nos dice que «aunque era Hijo, aprendió obediencia por lo que sufrió; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de salvación eterna para todos los que le obedecen». Si queremos tener la mente de Cristo, debemos estar dispuestos a obedecer a Dios en todo momento.
En conclusión, tener la mente de Cristo implica buscar siempre la voluntad de Dios, amar a los demás, practicar la humildad y ser obedientes a Dios. Si seguimos estos principios bíblicos en nuestras vidas diarias, estaremos más cerca de imitar el ejemplo de Jesús y tener una mente más cercana a la suya.
Fuente: Aepmp News