El poner nuestra confianza en el hombre puede llevarnos al fracaso.

El poner nuestra confianza en el hombre puede llevarnos al fracaso, ya que los seres humanos somos falibles y limitados en muchos aspectos. Sin embargo, la Biblia nos enseña que si ponemos nuestra mirada en Dios, nos mantendremos firmes a pesar de las circunstancias que enfrentemos.

En el libro de Jeremías 17:5-8 (RVR1960) leemos: «Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada. Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.»

Poner nuestra mirada en Dios implica reconocer su soberanía, su amor y su fidelidad.

Estas palabras nos recuerdan que poner nuestra confianza en el hombre nos llevará a la desilusión y al fracaso, pero al confiar en Dios estaremos arraigados como un árbol junto a las aguas, firmes y constantes en medio de las dificultades. En el libro de Proverbios 29:25 (RVR1960) leemos: «El temor del hombre pondrá lazo; mas el que confía en Jehová será exaltado.» Este versículo nos enseña que el temor o la confianza puesta en el hombre puede llevarnos a situaciones difíciles, pero aquellos que confían en Dios serán exaltados.

Poner nuestra mirada en Dios implica reconocer su soberanía, su amor y su fidelidad. En el libro de Salmos 121:1-2 (RVR1960) leemos: «Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.» Esta declaración nos recuerda que nuestra ayuda viene de Dios, quien es el creador del cielo y la tierra, y por lo tanto, es digno de nuestra confianza.

la Biblia nos enseña que aquellos que ponen su confianza en el hombre están destinados al fracaso.

En momentos de dificultad o incertidumbre, es importante recordar las palabras del apóstol Pablo en Filipenses 4:6-7 (RVR1960): «Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.» Al poner nuestra mirada en Dios a través de la oración y la acción de gracias, experimentaremos su paz que trasciende todo entendimiento.

En resumen, la Biblia nos enseña que aquellos que ponen su confianza en el hombre están destinados al fracaso, pero los que ponen su mirada en Dios se mantendrán firmes. Reconocer la soberanía y fidelidad de Dios nos permite enfrentar las dificultades con esperanza y fortaleza. Que podamos recordar estas verdades en todo momento y confiar plenamente en aquel que es nuestro refugio y fortaleza, nuestro socorro bien probado en tiempos de angustia.

Fuente: Aepmp News